University of Jaen — Andalusia, Spain
Spain
The sacred territory of pets
Researchers, artists and students!, we all agree that we are interested in producing an artistic action in which the center (the school) and its cultural and natural environment as experience of the people involved is the point of interest. From here until May, the work will be carried out in two phases. The first through correspondence fundamentally between the artists and the teachers and the students. Everyone is listening and contributing with ideas to reach a decision made by mutual agreement between artists and school in which we have been nodding to agree not only on the result that is giving the idea of artistic production but also by the process that has taken the decision making. Finally it is decided, that the twenty-four students will do in groups some models in which they will collect a project of artistic production of the land including the resolution of inconveniences that they now find in their environment.
El territorio sagrado de las mascotas
A grandes rasgos las acciones llevadas a cabo fueron:
Entrar en contacto con el centro y su profesorado y trabajar con ellos la propuesta y su carácter. Estuvimos poniendo en común nuestros planteamientos e idea de trabajo en los centros con actividades artísticas y contamos los intereses del proyecto global. Una vez nos cercioramos de que todos estábamos de acuerdo en los términos del proyecto decidimos ponerlo en marcha. Todo esto ocurría en el mes de febrero de 2016.
El segundo paso fue entrar en contacto con dos de los artistas que habían acudido a la convocatoria para participar en el proyecto Erasmus+ KA2 CREARTE. Se trabajó con ellos la propuesta igual que se había hecho con el profesorado, y una vez todos de acuerdo se realizó una primera jornada de contacto.
Dicha primera jornada de contacto con el centro tenía dos objetivos prioritarios, iniciar la fase de conocimiento de los artistas respecto del contexto en el que iban a trabajar, y organizar las etapas de trabajo entre todos. Esto ocurría en el mes de marzo de 2016. La vigencia del proyecto Erasmus es dos años desde enero de 2016 hasta final de diciembre de 2017. La intervención directa con el CEIP San Isidro de Guadalén se desarrolla desde febrero hasta junio de 2016.
En febrero iniciamos el contacto y nuestra primera visita para conocernos entre el profesorado del centro y nosotras, y a partir de ahí iniciar el proceso con los artistas que trabajan en Madrid y en el mes de marzo se desplazan al pueblo gracias a la financiación de la Unión Europea para todos los gastos del proyecto.
Esta es la primera vez que nos vemos todos juntos: profesorado del centro, el alumnado al completo, los artistas y nosotras. En esta asamblea se ponen en juego todos los intereses. Todo empieza con una presentación de los participantes pues gran parte de nosotros nos estamos viendo por primera vez, ya que solo nosotras los conocemos a todos. En esta presentación los artistas han preparado un exhaustivo dossier de sus trabajos, que dejan entusiasmados al profesorado y al alumnado pues sus principios de creación y formativos están alineados con los primeros, y la idea de hacer “cine” o intervenir en el espacio de sus vidas fascina a los segundos.
Al mismo tiempo, los artistas también se congratulan de encontrar un contexto para trabajar en el que ya está abonado el terreno.
El profesorado manifiesta que en sus intereses está incrementar la actividad artística y que ya ellos lo procuran pero que en su deseo está contar con artistas, lo que no tienen tan a mano es dar con artistas que conciban su intervención de esa manera tan compartida y nada narcisista, en la que la obra no es una propiedad sino un medio. Otra dificultad es la económica pues a pesar de las voluntades de los artistas hay determinados gastos imprescindibles y en nuestro sistema no es fácil encontrar vías de financiación para incluir artistas en el “currículum”.
Durante esta jornada, todos estamos de acuerdo en que nos interesa producir una acción artística en la que el centro y su entorno cultural y natural como vivencia de las personas involucradas sea el punto de interés. A partir de aquí y hasta el mes de mayo el trabajo se desarrollará en dos fases. La primera a través de correspondencia fundamentalmente entre los artistas y el profesorado y el alumnado. Nosotras también, pero tratando de no interferir en esta relación entre los demás participantes pues observamos que se ha generado un diálogo entre ellos que está dando lugar a una producción artístico-educativa sin vara de mando. Es decir, todos se están escuchando y aportando ideas para llegar a una decisión tomada de mutuo acuerdo entre artistas y centro en la que nosotras hemos ido asintiendo por estar de acuerdo no solo en el resultado que va dando la idea de la producción artística sino también por el proceso que ha llevado la toma de decisión. Finalmente se decide, que los veinticuatro educandos van a hacer en grupos unas maquetas en las que recogerán un proyecto de producción artística del terreno incluyendo la resolución de inconvenientes que ahora encuentran en su entorno.
Esta fase se lleva parte del 14 de marzo, el mes de abril y parte de mayo. Para su realización intervienen todos de la manera habitual que hemos descrito que ya trabaja el centro, involucrando a la familia, fundamentalmente las madres, en la reflexión, en la búsqueda y en la construcción de la realidad social en la que se mueven los educandos para contextualizar sus proyectos.
La reflexión hace que las cosas que diariamente se viven, cobren una dimensión presente en el hecho educativo: “esto” ya lo sabemos pero ahora está cobrando perspectiva de asunto sobre el que podemos trabajar para asumirlo, mejorarlo o resolverlo. Los ritmos naturales de las cosas condicionan la puesta en marcha de algunas de sus resoluciones. Esto también ocurre en la búsqueda, pues determinados materiales u objetos necesitan un momento concreto del día o de la semana. Hay que tener en cuenta que se ha decidido hacer el proyecto absolutamente sostenible en la medida de lo posible, por lo tanto hay que ver qué tenemos y con esto ejecutar.
La decisión de cuál será la obra que finalmente se realice entre todos es algo que acontecerá en la fase final y por consenso general, por lo tanto en esta primera parte no se sabe todavía sobre aspectos concretos de procedimientos y materiales, a excepción de la faceta fílmica a la que se compromete contribuir el artista, Juanma Valentín, aportando su equipo para hacer lo que finalmente se decida. Esta circunstancia hace que la búsqueda de material y “cosas” para intervenir no sea precisa. En las maquetas que los grupos están haciendo sobre el entorno que quieren intervenir hay pistas de qué clase de cosas pueden ser usadas. Atendiendo a esto en el centro se comienza a hacer recolección de estos materiales y hacer incursiones en los alrededores. Y luego ya se verá qué sirve y se usa. Hay también unas actividades de clasificación de los materiales: minerales, tierras, o piedras, plumas, lana, algodón y otros restos vegetales y animales. También cosas que pueden ser basura. Han aparecido cosas curiosas: una bola, casi una esfera, de piedra de unos veinte centímetros de diámetro que parece un proyectil arqueológico. El castillo de Giribaile de origen árabe se encuentra a unos cinco kilómetros aproximadamente del pueblo y sobre restos íberos. Próximos al pueblo también hay vestigios visigodos y romanos.
La semana del 16 al 22 de mayo, Lucía Loren y Juanma Valentín vienen al centro a trabajar con todos nosotros. Los chicos y chicas presentan sus maquetas para ver entre todos cuál es la que se decide hacer como intervención artística. Es muy difícil elegir una. Las maquetas tienen mucho de su mundo, en ellas encontramos “la montaña sagrada de las mascotas” en la que como ellos explican están sus animales muertos. Ya hemos hablado más arriba de este espacio y su importancia en la vida del colegio. Pero en las maquetas también está su idea del mundo. Y hay piñas de pino, hay conchas vacías de caracol, hojas secas, plumas de pavo real, piedras, y collages con papel. Hay muchas cosas. Y a pesar del formato rectangular de las bases hay un predominio de la estructura circular para las composiciones. Así que al decidir qué hacer, alguien habla del mandala, y finalmente se decide comenzar con una estructura de mandala incorporando el contenido y cosas que hay en todas las maquetas y así hacer algo que recoja todo. Se decide salir a donde están los árboles junto al colegio, ya que el campo es de todos, en la zona exterior colindante al cementerio- jardín botánico de las mascotas. Allí, con una cuerda y dos palos se dibuja un gran círculo de entre tres y cuatro metros en el que van a organizar un gran mandala con los conceptos de las maquetas.
Recolectores, delineantes, alquimistas y toda clase de papeles y funciones van circulando de unos a otros mientras ramas, troncos, piedras, hojas van dando forma y composición al mandala. Ellos quieren pintar las piedras y elaboran las pinturas con arcillas de distintos matices del mismo terreno. Tejas rotas y carbones sirven como tizas. Y van circulando también por el manejo de la cámara que va registrando sus inquietudes en el proyecto.
El carácter de la obra que se generó se percibía como una intervención plástica y espacial en el medio natural, pero de la instalación que era el planteamiento inicial, se generaba también lo performativo. La acción combinada de todos los participantes, el crecimiento continuo de la obra con las aportaciones colectivas, la emoción de comprobar como se contribuye a la obra total, fue generando una catarsis artística colectiva que acabo en una performance no programada donde la acción de todas las personas se incorporó a la composición del mandala.
Realmente al final de la semana del 20 de mayo se dio por terminada esta parte de ejecución. La acción artística resultó especialmente elocuente en la intervención sobre el terreno, la parte de creación y video que se iba realizando paralelamente quedó marcada por la necesidad de desarrollar aprendizaje técnico. Crear en el espacio y sobre el terreno a partir de las discusiones y decisiones colectivas que se iban tomando y usando la fuente interminable de materiales que supone el propio entorno si se desata la creatividad para convertirlos en “arte”, resultó mucho más fácil que recoger y narrar con vídeo todo lo que acontecía. El producto videográfico requiere más tiempo para ser una producción exclusivamente de los educandos, pues la diferencia entre tres años y 6º curso puede resolverse con una especifica asignación de papeles pero manejar una postproducción exclusivamente por ellos mismos es complejo y no solo necesita más tiempo sino también más medios. En cualquier caso, lo conseguido hasta el momento también es logro, pues hay un producto a partir de su trabajo en colaboración con Juanma Valentín, quien quizá ha tenido que resolver más problemas técnicos que de contenido. Para el alumnado fue realmente importante verse con las herramientas en las manos: micrófono, trípode, cámara, claqueta, y verse ante la cámara hablando. Consideran suyo sin dudas un producto que aunque no saben del todo como montar, han sido ellos los que han estado viviendo la grabación involucrada además en la misma historia que se ha desarrollado a través de la instalación en el terreno y que ellos han escrito antes de verse ante o tras la cámara.